Implementar RPA autónomo es muy sencillo. Una persona empieza a realizar la tarea de la manera que normalmente lo hace y el software lo va registrando.
El script que dé como resultado se ajusta de manera que tome en cuenta todas las variaciones posibles de la tarea. El robot resultante se evalua, prueba y comprueba que este funcionando correctamente.
Una estrategia que involucre RPA a una función de automatización más sofisticada, que implique gestión de flujos de trabajo, captura de datos o reglas de negocio , requiere de una mayor planificación y el estudio detenido de cada proceso, junto con todas las entradas y salidas.
Se recomienda primero identificar las tareas idóneas para la automatización con ROI potencial. De esta manera podrá determinarse si conviene incorporar una solución mejorada o si no hay gran diferencia y es mejor seguir realizando manualmente la tarea, en lugar de implementar RPA autónomo.
Una tarea “adecuada para RPA” tiene ciertas características clave:
- Simple, coherente y repetible.
- Tareas repetitivas que no necesitan conocimientos técnicos, que generan errores humanos y baja motivación del trabajador.
- Procesos existentes de tareas rutinarias que podría liberar a los trabajadores para realizar tareas de mayor valor.
- Tareas que generan oportunidades significativas para mejorar las experiencias del cliente y al personal acelerando los procesos existentes.
Es posible que algunas tareas cubran varios de estos criterios y aún así no ser las indicadas para implementar RPA autónomo. Por ejemplo, la generación de facturas impresas parece cumplir con todos los criterios, pero se necesitan funciones extras de captura de datos o una modificación en el diseño del proceso para hacerlo totalmente digital.
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