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¿Cómo garantizar que el motivo de reingreso quede registrado y validado por el almacén?

En la gestión operativa, los reingresos de producto son inevitables. Pueden deberse a errores en la entrega, daños en el transporte, pedidos incompletos o devoluciones por parte del cliente. Sin embargo, lo que realmente diferencia a una operación eficiente de una que no lo es, no es la ausencia de reingresos, sino la manera en que se registran y validan.

Cuando un reingreso no queda correctamente documentado o no es validado por el almacén, se generan brechas en la trazabilidad, pérdidas económicas y conflictos entre áreas. Por eso, garantizar la trazabilidad del motivo de reingreso no solo mejora la transparencia, sino que optimiza la comunicación interna y protege la rentabilidad del negocio.

1. La importancia del registro y validación en el flujo operativo

Cada reingreso es una historia que contar: ¿por qué regresó el producto?, ¿en qué condiciones llegó?, ¿quién autorizó el retorno?, ¿se recibió el artículo correcto?
Responder estas preguntas no debería ser un proceso manual o dependiente de la memoria del personal. Debe ser un flujo estructurado y digital, donde toda la información quede registrada desde el origen y sea validada por el almacén en tiempo real.

Una validación oportuna garantiza que:

  • El producto correcto fue efectivamente devuelto.

  • El motivo del reingreso está claramente documentado (error en entrega, cliente rechazó, daño físico, etc.).

  • Se actualizan los inventarios sin duplicar o perder mercancía.

  • Se dispone de evidencia en caso de auditorías internas o regulatorias.

En industrias como la farmacéutica o de alimentos, donde cada lote y fecha de caducidad importan, este proceso es aún más crítico. Un simple error en el registro puede traducirse en sanciones, desperdicio o riesgo de distribución indebida.

2. Establecer un flujo de registro digital y uniforme

El primer paso para garantizar la trazabilidad es definir un flujo estándar.
Cada devolución debe seguir la misma estructura, sin importar el operador o turno. Para lograrlo, se recomienda implementar un formato digital de reingreso, accesible desde dispositivos móviles o tablets en el almacén.

Este formato debe incluir:

  • Número de pedido o entrega original.

  • Código o descripción del producto.

  • Motivo del reingreso (con opciones predefinidas).

  • Estado físico del producto.

  • Fotografía o evidencia visual.

  • Firma o validación del responsable del almacén.

Digitalizar el registro evita interpretaciones subjetivas y errores comunes de captura. Además, facilita que los datos queden validados por el almacén de manera inmediata, sin depender de correos o papeles que pueden extraviarse.

3. El papel del almacén como punto de control y validación

El almacén no solo recibe el producto devuelto; es el punto clave de verificación.
Por eso, debe contar con herramientas que le permitan validar la información de forma simple y segura.

Un proceso bien diseñado considera tres etapas:

  1. Recepción física del producto → Se confirma que la devolución coincide con lo reportado.

  2. Validación de motivo y evidencia → Se revisa que el motivo de reingreso esté justificado y acompañado de pruebas (fotos o comentarios).

  3. Aprobación digital o rechazo → El sistema marca el registro como validado por el almacén y lo integra al flujo contable o logístico correspondiente.

Esta última fase es la que cierra el ciclo de trazabilidad. Sin esa validación, el reingreso no debería considerarse completo.

4. Beneficios de un proceso validado por el almacén

Implementar un flujo de reingresos con validación digital trae beneficios tangibles tanto para la operación como para la rentabilidad:

Control total de inventario: Cada unidad devuelta se rastrea hasta su origen, evitando ajustes manuales o faltantes.
Transparencia interdepartamental: Logística, finanzas y servicio al cliente acceden al mismo registro, sin depender de versiones distintas.
Menor riesgo de pérdidas o fraude: Al estar todo validado por el almacén, se eliminan ambigüedades y posibles manipulaciones.
Evidencia para auditorías: Las devoluciones quedan documentadas con fecha, hora y responsable, cumpliendo con requerimientos normativos.
Agilidad en decisiones: Con información clara, los responsables pueden decidir si el producto se reincorpora al inventario, se destruye o se reenvía.

5. La tecnología como aliada estratégica

Hoy en día existen soluciones tecnológicas que facilitan todo este proceso sin depender de hojas de Excel o correos.
Por ejemplo, plataformas de gestión de última milla como INMEDIATUM Last Mile permiten vincular la evidencia de entrega con el proceso de devolución, creando una trazabilidad completa entre el cliente, el operador y el almacén.

Con este tipo de herramientas, cada reingreso puede generarse desde el mismo punto donde se detecta el error, y automáticamente queda validado por el almacén una vez recibido. Esto elimina los vacíos de comunicación entre reparto, logística y control de inventarios.

Además, la integración con ERP o sistemas contables permite actualizar existencias en tiempo real y evitar pérdidas por descoordinación.

6. Cultura operativa: más allá del sistema

Aunque la tecnología es fundamental, la cultura operativa también juega un papel esencial.
El personal debe entender que registrar y validar correctamente un reingreso es una forma de proteger el negocio. Cada error no documentado puede significar dinero perdido o incluso comprometer la reputación de la empresa.

Capacitar a los equipos en el uso de herramientas digitales, establecer métricas de cumplimiento y fomentar la rendición de cuentas son pasos necesarios para que el proceso se mantenga firme.

7. Conclusión: validar para crecer

En un entorno donde la eficiencia operativa es sinónimo de competitividad, no basta con registrar los reingresos: hay que validarlos.
Un proceso estructurado, digital y validado por el almacén no solo mejora la trazabilidad, sino que eleva la confiabilidad de toda la cadena logística.

Cada devolución correctamente registrada es una oportunidad para mejorar, entender las causas raíz y fortalecer la relación entre las áreas de logística, operaciones y finanzas.

En definitiva, la clave está en transformar el reingreso en información valiosa, no en un problema operativo. Porque cuando los motivos están claros y el almacén valida cada paso, la operación avanza con certeza, transparencia y contro

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Carla Serrato
Carla Serrato
Especialista en ciencias sociales y de comportamiento. Carla no solo asesora a nuestro departamento de UX en INMEDIATUM sino que su investigación permite optimizar nuestros algoritmos de inteligencia artificial como para la prevención de riesgo crediticio, genera mejor adherencia a tratamientos médicos, reconocimiento facial para identificar rasgos de la personalidad entre otros.

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