A medida que crecen los volúmenes de paquetes, es posible que en los próximos años las empresas recurran a métodos de entrega no convencionales, como bicicletas, patinetas y drones, para reducir los costos de última milla y mejorar la sostenibilidad.
Los altos costos de la entrega en la última milla (más del 50 % de los costos totales de entrega) provienen de la pérdida de las medidas de ahorro de costos de las millas anteriores. Sin la eficiencia y la economía de escala que otorga el envío consolidado, el tramo final del viaje del paquete hace que los envíos a granel se dividan en miles de entregas individuales, cada una con su propio nivel de servicio, punto final, detalles de contacto y mucho más.
Si bien la tecnología, como la optimización de rutas, ha dado grandes pasos para permitir que las flotas de entrega cumplan con este desafío, los camiones y las camionetas ya no son los únicos jugadores dignos de mención en el juego de la última milla. A medida que el aumento del comercio electrónico impulsa las entregas de paquetes hacia un valor de mercado esperado de $ 665 mil millones para 2030, las empresas exploran cada vez más medios y métodos de entrega no convencionales de paquetes para mantener bajos los costos y altos los niveles de servicio.
Bicicletas y patines: aprovechando la movilidad urbana para entregas rápidas
Los dispositivos de movilidad personal como bicicletas, patines e incluso patinetas están ganando terreno por su capacidad para ayudar a los mensajeros y al personal de entrega a superar los desafíos de navegación en pueblos y ciudades.
Dejando a un lado sus costos más bajos, estos dispositivos son superiores a los camiones y furgonetas de varias maneras, la primera es la incorporación. Eliminar la necesidad de licencias de conducir, registro adecuado y experiencia en la carretera reduce la barrera para encontrar personal de entrega. La movilidad, el objetivo mismo de estos dispositivos, es otra ventaja importante: un mensajero en bicicleta o monopatín puede llegar a donde no puede llegar uno que conduce un vehículo y usar caminos peatonales para sortear el tráfico vial difícil. Las investigaciones que utilizan el seguimiento por GPS han demostrado que las bicicletas pueden ser 1,6 veces más rápidas que las furgonetas en las entregas urbanas.
Alejarse de los vehículos de reparto convencionales también aporta importantes beneficios medioambientales y de sostenibilidad. Se estima que una bicicleta de carga eléctrica, por ejemplo, emite al menos ocho veces menos emisiones por kilómetro que una furgoneta diésel, al mismo tiempo que ayuda a reducir la congestión urbana causada por los vehículos de reparto que buscan espacio para estacionar. Westbike Messenger de Indonesia ha brindado un excelente ejemplo con su servicio Eco Courier, que ofrece entregas el mismo día en Yakarta utilizando bicicletas que no requieren motores ni combustible.
Drones y robots de mensajería: la próxima frontera en la automatización de entregas
El futuro parece brillante para la automatización de entregas con métodos de entrega no convencionales de alta tecnología en drones aéreos y robots de mensajería terrestres de varios tipos. Los drones ya representan más del 61 % de la cuota de mercado de entrega autónoma de última milla, y se espera que crezca a una tasa compuesta anual impresionante de alrededor del 19 % en la próxima década.
Los drones ya se han utilizado en todo el mundo en los últimos años para entregar pedidos de comercio electrónico, alimentos e incluso suministros médicos. El uso de una flota de estos vehículos aéreos no tripulados para transportar paquetes desde los centros a direcciones cercanas eliminaría los costos de una flota terrestre convencional. Cuando se combina con capacidades de seguimiento y localización impulsadas por aplicaciones para el consumidor, esto también permitiría una velocidad de entrega que minimiza los intentos fallidos y garantiza la máxima satisfacción.
Con el tiempo, existe la posibilidad de integrar drones en las operaciones de última milla mediante el uso de camiones existentes como bahías de lanzamiento móviles, ampliando aún más la cobertura de drones bajo demanda y ayudando a los conductores a mantener los SLA en áreas de difícil acceso.
Del mismo modo, los robots de mensajería autónomos, ya sean con ruedas, bípedos o de otro tipo, ofrecen una potente alternativa a los camiones y furgonetas. Además de eliminar el costo de los conductores capacitados, estas máquinas pueden funcionar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, al igual que sus primos drones aéreos, respondiendo a los pedidos en cualquier momento del día e incluso esperando a los clientes si es necesario.
Al ser de propulsión eléctrica, tanto los drones como los robots de reparto también son significativamente más ecológicos que los vehículos convencionales. Los estudios han encontrado que los drones, por ejemplo, emiten hasta un 54% menos de emisiones que los camiones en recorridos de corta distancia.
Es probable que en el futuro estas dos máquinas trabajen juntas para automatizar la última milla. Los estudios muestran que, durante la próxima década, los robots podrían entregar más de 20 000 millones de paquetes al año y generar unos ingresos de $50 000 millones. Con estas innovaciones y el auge de los dispositivos de movilidad personal como una alternativa deseable para atender a los clientes en paisajes urbanos densos o con infraestructura pobre, las flotas de entrega tienen muchas opciones para respaldar el crecimiento futuro.
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