Si un cierre ferroviario a nivel nacional se concreta esta semana, como anticipan algunos expertos, podría tener consecuencias desastrosas tanto para los pasajeros como para la carga en todo Estados Unidos.
Si los representantes sindicales y ferroviarios no logran llegar a un acuerdo laboral antes del viernes, sería la primera vez en 30 años que se lleva a cabo una huelga ferroviaria a gran escala. Un cierre total de los ferrocarriles de la nación podría costarle a los EE. UU. $ 2 mil millones en producción económica perdida todos los días.
Baste decir que si entra en vigor una huelga, los impactos podrían ser desastrosos. Pero, ¿cómo se verán exactamente? ¿Cómo llegamos aquí? ¿Quién se verá afectado? Y lo más importante: ¿qué se puede hacer para detenerlo? Estamos respondiendo todas esas preguntas y más a continuación:
¿Cómo llegamos aquí?
Se ha estado trabajando en un nuevo acuerdo laboral entre los sindicatos ferroviarios y la gerencia desde enero de 2020. Pero las negociaciones del contrato se estancaron, lo que llevó a una junta de mediación federal a trabajar para encontrar un acuerdo entre las partes. Aún así, las dos partes no lograron llegar a un compromiso y la junta cesó esos esfuerzos en junio.
El siguiente paso fue que la Casa Blanca se involucrara. El presidente Joe Biden nombró un panel de tres personas llamado Junta Presidencial de Emergencia (PEB), que entregó a los sindicatos y ferrocarriles un informe de 124 páginas con recomendaciones sobre cómo resolver el estancamiento.
En la misma encuesta, el 95,8 % de los encuestados dijo que los ferroviarios deberían poder ejercer su derecho a la huelga después del período de toma de decisiones de un mes, que finaliza el viernes a las 12:01 a. m. EDT.
¿Cuándo entrará en vigor la huelga?
Si los representantes sindicales y ferroviarios no logran resolver la disputa contractual antes de la fecha límite, la puerta estará abierta para que una huelga entre en vigor de inmediato. Todavía no está claro si realmente sucederá, y la mayoría de los expertos dudan en aventurar una conjetura
Pero todavía hay algunos obstáculos clave. Dos de los más grandes, la Hermandad de Ingenieros de Locomotoras y Treneros (BLET) y la Asociación Internacional de Trabajadores de la Chapa, el Aire, el Ferrocarril y el Transporte – División de Transporte (SMART-TD), siguen en la mesa de negociaciones. Juntos, los dos sindicatos tienen un total combinado de 182.000 miembros.
Un tercer grupo, la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM) votó el miércoles a favor de rechazar un acuerdo negociado por representantes laborales y ferroviarios de carga. Sin embargo, la IAM acordó extender las negociaciones con el Comité de la Conferencia Nacional de Transportistas, el grupo que representa a los ferrocarriles, hasta el 29 de septiembre.
¿Qué pasará con las cadenas de suministro en un cierre ferroviario?
Los expertos creen que un cierre prolongado de los ferrocarriles del país podría tener un impacto económico devastador. Un informe de la Asociación de Ferrocarriles Estadounidenses estima que por cada día de huelga, les costaría a las partes interesadas del ferrocarril la asombrosa cantidad de $2 mil millones en pérdidas económicas.
Esto se debe a que, hasta que los ferrocarriles vuelvan a funcionar, los transportistas tendrán que depender de una industria de camiones que ya está al límite. La AAR predice que se necesitarían 467.000 camiones de larga distancia adicionales cada día para manejar la carga que habría viajado por ferrocarril.
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