Los profesionales de la cadena de suministro de fabricación, saben cuán intensivos en recursos puede ser convertir las materias primas en productos y mover esos productos a sus ubicaciones finales. El transporte debe organizarse en casi todas las etapas del proceso y las emisiones de carbono pueden comenzar a aumentar rápidamente. Por ejemplo, el sector del transporte de Europa aporta casi una cuarta parte de las emisiones totales de gases de efecto invernadero del continente.
En la era de Industria 4.0 y Logística 4.0, estamos mejor equipados que nunca para cuantificar todos los entresijos de la cadena de valor típica, que es precisamente cómo sabemos que las entregas de última milla, que ya generan la mayor parte de CO2 las emisiones en la cadena de suministro están a punto de aumentar un 30 por ciento para 2030. Mientras el Reino Unido trabaja para reducir las emisiones de carbono y otras iniciativas ecológicas, ¿cómo pueden responder los fabricantes impulsando una logística de última milla más ecológica?
Paso 1: Medir y establecer una línea de base
El primer paso para hacer que la última milla sea más sostenible es cuantificar exactamente cuál es su línea base de emisiones para este tramo de la cadena de suministro de fabricación. Para hacerlo, necesita saber no solo qué rutas se están recorriendo, sino también qué tipo de camiones o furgonetas se están utilizando y cuál es su carga.
Idealmente, podría personalizar las emisiones en función de esas especificaciones. A partir de ahí, querrá al menos dos vistas diferentes de su producción de CO2:
Emisiones de CO2 por parada: si puede visualizar esto fácilmente durante el proceso de enrutamiento, podrá detectar más fácilmente las paradas con altas emisiones y trabajar para encontrar secuencias más eficientes.
Emisiones de CO2 por ruta: al obtener una visión más holística de cómo cada ruta contribuye a sus emisiones de CO2, puede comprender más fácilmente las tendencias más amplias en sus esfuerzos de sostenibilidad.
Una de las preocupaciones que los fabricantes han expresado sobre la descarbonización es cómo pueden demostrar realmente su impacto de carbono; estas mediciones de referencia también sientan una base importante para eso.
Paso 2: Optimizar rutas
Dado que la mayoría de las emisiones de CO2 en la última milla provienen del consumo de combustible, que aumenta linealmente con las millas recorridas, la tarea más importante aquí es encontrar una manera de conducir menos millas. Aquí es donde entra en juego la optimización de rutas.
La potente optimización de rutas tiene la capacidad de reducir las millas recorridas en un 10 %, lo que da como resultado directamente una reducción del 10 % en las emisiones para una ruta determinada. Esta es un área donde la ineficiencia fundamental de la última milla de la cadena de suministro de fabricación en realidad presenta una gran oportunidad para reducir las emisiones. La estructura de la red de transporte también puede ser un factor importante en las emisiones de la última milla. Accenture descubrió recientemente que un aumento en los centros logísticos locales en Londres (acortando efectivamente las rutas que las furgonetas tienen que recorrer para cada entrega) podría reducir las emisiones de las furgonetas en un 17 % entre ahora y 2025.
Paso 3: Garantice la transparencia para los clientes
Una de las razones por las que la última milla es tan difícil de optimizar es que, en cierto modo, es el tramo de la cadena de suministro a la fabricación sobre el que su empresa tiene menos control. ¿Por qué? Porque es la primera vez que introduce clientes en la ecuación.
De repente, el riesgo de que sus planes salgan mal porque alguien simplemente no estaba allí para recibir la entrega cuando llegó la camioneta puede dispararse. En todo el Reino Unido, el 8 % de las entregas fallan en el primer intento, y aumentar ese porcentaje puede tener un gran impacto en su huella de carbono, considerando que cada intento de nueva entrega implica conducir todas esas millas nuevamente. Es por eso que permitir la transparencia para sus clientes es tan fundamental para el éxito.
Si puede mantenerlos informados de cuándo llegará la entrega y permitirles rastrear las ubicaciones de las furgonetas y los camiones en tiempo real, puede reducir las emisiones de carbono que provienen de los intentos de reenvío. En muchos casos, incluso puede hacer que los clientes elijan explícitamente opciones de entrega más ecológicas si les informa los impactos de carbono de las diferentes opciones al finalizar la compra.
Paso 4: Iterar con el tiempo
Ninguna tecnología hará que la última milla de la cadena de suministro de fabricación de fabricación sea neutral en carbono de la noche a la mañana. Es por eso que la capacidad de realizar un seguimiento de su progreso a lo largo del tiempo a través de informes optimizados es crucial para reducir su huella de carbono. Cuando realmente puede mostrar resultados medibles a lo largo del tiempo, puede hacer más de lo que funciona y menos de lo que no.
Esto también lo coloca en una posición para mostrar su éxito a clientes y socios potenciales. Los estudios muestran que los consumidores toman cada vez más decisiones de compra en función de factores como el respeto al medio ambiente. A medida que aumenta la presión sobre los minoristas y negocios similares para que se vuelvan ecológicos, lo que podría empujarlos hacia proveedores más ecológicos, los fabricantes que prioricen atraer a los clientes con entregas más ecológicas ahora tendrán una ventaja a medida que las expectativas continúan creciendo en todos los ámbitos.
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