Los ciclos de ventas más largos, los costos de inventario más altos y un ritmo constante de aumentos en las tasas de interés hacen que los compradores y proveedores busquen estirar el capital mediante el uso de programas de financiamiento de la cadena de suministro.
La financiamiento de la cadena de suministro es un acuerdo de financiación a corto plazo que acelera la liquidación de transacciones entre compradores y proveedores. Permite a los compradores ampliar la ventana de pago de las compras mientras que a los proveedores se les paga antes. La financiación de la cadena de suministro permite que ambas partes optimicen el flujo de caja mediante el uso del balance de una institución financiera.
El deseo de construir cadenas de suministro más fuertes y resilientes se ha visto acelerado por la dislocación causada por la pandemia. Los proveedores han tenido problemas para adquirir los insumos y productos necesarios para vender a los compradores, lo que resultó en desabastecimientos a nivel del consumidor y brechas expuestas en algunas de las cadenas de suministro más grandes del país.
“Para mantener las cosas en movimiento necesitas grasa”, dijo Stitt. “Las relaciones con los proveedores siempre fueron importantes, pero se han vuelto muy importantes para la misión de nuestros clientes”.
El acceso mejorado al capital de trabajo ayuda a suavizar las fluctuaciones en las ventas o los plazos de entrega de producción prolongados. En muchos casos, el proveedor es más pequeño que el comprador, y el programa proporciona una fuente confiable de liquidez a una tasa mucho más económica que la que un proveedor puede obtener por su cuenta. Además, los programas ayudan a los compradores a cumplir con los objetivos de responsabilidad social y ESG cuando los proveedores calificados están activos.
“Para los proveedores… donde su ciclo comercial ahora está algo fragmentado en términos de los tiempos de los flujos de efectivo que están ocurriendo dentro y fuera de la empresa, si pueden liberar efectivo antes de lo que tenían en el pasado, eso es un claro beneficio para ellos. ”, dijo Stitt.
Aumento de los vientos en contra de los costos del financiamiento de la cadena
La semana pasada, la Reserva Federal elevó las tasas de interés en 75 puntos básicos por tercera vez consecutiva y apuntó a futuros aumentos a niveles por encima de las expectativas de consenso en el momento del informe. La tasa de fondos federales del banco central se incrementó a un rango de 3% a 3.25%, el más alto desde 2008 y tres puntos porcentuales completos más alto que donde estaba antes de que comenzaran las alzas en marzo. También elevó su proyección de fin de año para la tasa a 4,4% desde 3,4% en junio, y aumentó su pronóstico para 2023 en 80 pb a 4,6%. No es probable que haya una reducción de tarifas hasta 2024.
Las acciones son parte del objetivo de la Fed de controlar la inflación y crear “estabilidad de precios”. No se espera que el objetivo de inflación del banco del 2% se logre hasta 2025, aunque se espera que la métrica de inflación que sigue caiga por debajo del 3% el próximo año.
Los costos de inventario están creciendo a medida que las tasas de interés y los alquileres de los almacenes siguen subiendo y algunas empresas tienen más mercancías disponibles que en el pasado. No es probable que los costos disminuyan en el corto plazo, ya que las vacantes de bienes raíces industriales se mantienen en tan solo un 3 % en los mercados clave y es probable que los alquileres aumenten un 25 % este año.
Queda por ver cómo cambiará la estrategia de inventario para los proveedores de comercio electrónico en el lado negativo del ciclo, ya que hacen malabarismos con los costos de mantenimiento con la necesidad de mantener más existencias en más códigos postales para mantener ventanas de entrega competitivas.
“Pasamos un par de décadas con muchos cerebros realmente grandes implementando tecnología para que pueda tener menos inventario, más una entrega de inventario justo a tiempo”, dijo Stitt. El modelo se construyó sobre la premisa de que mantener cantidades mínimas de mercancía mantendría bajos los costos de inventario, incluidos los gastos de financiamiento de la cadena de suministro. Sin embargo, la estrategia no se alinea bien con las rápidas fluctuaciones en la demanda o las preferencias de los consumidores, que eran comunes al principio de la pandemia.
Dijo que muchos de los compradores con los que trabaja ahora se están moviendo a un “modelo híbrido”, que incluye comprar más productos fabricados en América Latina. El enfoque hace que los compradores equilibren el mayor costo de no adquirir artículos al precio unitario más bajo posible con una reducción en los costos de tránsito a medida que se acortan las rutas comerciales. Comprar más cerca de casa también les brinda la capacidad de realizar inventarios más rápidamente cuando aumenta la demanda.
Los compradores también han estado empleando una estrategia por si acaso en torno al inventario como medida de seguridad para quedarse sin existencias nuevamente. Tener más mercancías en el balance general durante un período inflacionario también está creando una demanda incremental de programas de financiamiento de la cadena de suministro a medida que los compradores buscan extender los plazos de pago.
Sin embargo, la corta duración (normalmente 60 días) de la exposición hace que la financiación de la cadena de suministro sea una clase de activo atractiva. Los programas son “autoliquidables” con facturas pagadas a medida que se recaudan los inventarios. Entonces, incluso si el programa se detiene, no hay una larga cola de exposición.
“Vimos esto en 2008 y 2009… el financiamiento de la cadena de suministro como una clase de activo, no hubo muchos bancos que abandonaron el mercado. Permanecieron allí incluso cuando el perfil crediticio se estresó mucho en toda la economía. Su valor como solución se consolidó en esa crisis”.
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