Cuando los pacientes no siguen los regímenes médicos prescritos, los resultados se resienten. Un estudio de McKinsey señala las áreas que las empresas farmacéuticas pueden abordar para combatir este problema industrial de larga data.
La incapacidad para adherirse a los regímenes médicos prescritos es una de las principales razones por las que los pacientes no logran los resultados esperados de su tratamiento. Resolver este desafío ha sido un objetivo importante para las organizaciones farmacéuticas y de atención médica durante décadas. Los estudios muestran que entre el 50 y el 60 por ciento de los pacientes con enfermedades crónicas omite dosis, toman las dosis incorrectas o abandonan el tratamiento en el primer año.
Se estima que 125,000 vidas se pierden anualmente en los Estados Unidos y se generan gastos de atención médica adicionales de $290 mil millones. por falta de adherencia. Se estima que el 10 por ciento de las hospitalizaciones en pacientes mayores se pueden evitar a través de una mejor adherencia a la medicación.3 Más allá del objetivo principal de vidas más saludables y más largas para los pacientes, la mejora de la adherencia también tiene un impacto directo en los ingresos de la industria farmacéutica.
Hay 3 medidas principales de adherencia a regímenes médicos prescritos:
Persistencia. Cuánto tiempo los pacientes toman un medicamento antes de cambiar a un nuevo medicamento o suspender el tratamiento por completo. Esto se mide por cuántos pacientes continúan surtiendo sus recetas.
Cumplimiento. Qué tan cerca siguen los pacientes el plan de tratamiento prescrito. Esto se mide por cuántos pacientes persistentes completan sus dosis recetadas a tiempo, según la etiqueta del producto aprobado. Consideramos que los pacientes cumplieron si al menos el 80 por ciento de las dosis, de acuerdo con la etiqueta del producto aprobado, se surtieron dentro del período de estudio.
Adherencia. Vista combinada de cumplimiento y persistencia, medida por la proporción de todos los pacientes que llenan sus dosis prescritas a tiempo, según la etiqueta del producto aprobado. De manera similar al cumplimiento, hemos considerado que los pacientes cumplen si al menos el 80 por ciento de las dosis, de acuerdo con la etiqueta del producto aprobado, se surtieron dentro del período de estudio.
La adherencia varía ampliamente entre los medicamentos que tratan la misma enfermedad.
Como era de esperar, las tasas de cumplimiento variaron notablemente entre las categorías de enfermedades examinadas. El Anexo 1 muestra las tasas de adherencia y persistencia entre enfermedades.
Los datos muestran una falta significativa de cumplimiento en todas las categorías de enfermedades, todas las cuales son de naturaleza crónica. En todas las enfermedades, del 26 al 63 por ciento de los pacientes no se adhieren a los regímenes médicos prescritos del tratamiento indicado en la etiqueta del producto aprobado. Además, después de un año, el 50 por ciento o menos de los pacientes seguían con su tratamiento en todas las enfermedades analizadas.
Contrariamente a los estudios que sugieren que las condiciones severas tienden a tener peores tasas de cumplimiento, nuestro análisis mostró que las enfermedades con mayor gravedad, medidas por el promedio de años de vida ajustados por discapacidad, tendían a tener tasas medianas de cumplimiento más altas. Por ejemplo, dos de las enfermedades más graves del estudio, el VIH y la esclerosis múltiple, tuvieron niveles medios de adherencia significativamente más altos que otras enfermedades.
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