La pandemia ha aumentado la importancia de que las organizaciones de atención médica elijan, evolucionen, aceleren y amplíen activamente sus esfuerzos de innovación en salud, según revela una nueva encuesta.
Cuando soplan los vientos del cambio, algunas personas construyen muros, otras construyen molinos de viento. Este proverbio chino nos recuerda que las crisis presentan opciones. Esas elecciones, a su vez, dan forma a los caminos de crecimiento futuro de las organizaciones.
El otoño pasado, escribimos sobre el cambio exitoso del sector de la salud de simplemente sostener las operaciones centrales cuando la crisis de COVID-19 golpeó para impulsar innovaciones rápidas que salvaron vidas y disminuyeron el impacto de la pandemia. Pero los vientos siguen siendo fuertes, con nuevos brotes y variantes del virus que continúan desestabilizando nuestras vidas y economías, incluso mientras se implementan las vacunas.
Mantener el impulso de la innovación en salud será fundamental para una respuesta efectiva continua.
Durante el año pasado, el sector de la salud experimentó un cambio drástico, con modelos comerciales novedosos, colaboraciones inesperadas y cronogramas acelerados que obligaron a las organizaciones a repensar cómo operan. Es probable que muchos de estos cambios persistan. Cuando encuestamos a más de 100 líderes en la industria, desde compañías farmacéuticas y de tecnología médica hasta sistemas de salud y pagadores,1 el 90 por ciento estuvo de acuerdo en que la pandemia cambiará fundamentalmente la forma en que hacen negocios, lo que requerirá nuevos productos, servicios, procesos y modelos comerciales. .
Para comprender mejor cómo han cambiado las prioridades de los líderes de atención médica, entrevistamos a ejecutivos de toda la cadena de valor. Específicamente, examinamos cómo planean posicionar a sus organizaciones para cumplir con sus aspiraciones de innovación en salud y qué capacidades de innovación en salud esperan que crezcan en importancia. Destacaron dos áreas principales en las que la pandemia de COVID-19 ha traído cambios importantes que esperan perduren.
- Aceleración digital. El sector de la salud ha estado rezagado durante mucho tiempo en la adopción digital, pero la pandemia generó una gran urgencia para adoptar nuevas herramientas y tecnologías. Los proveedores escalaron rápidamente las ofertas y vieron de 50 a 175 veces más pacientes a través de telesalud unos meses después de la pandemia en comparación con lo que hacían antes. Los proveedores también han adoptado de manera más amplia el compromiso digital con pacientes y comunidades, como mensajes proactivos sobre protocolos relacionados con COVID-19. Mientras tanto, las empresas farmacéuticas y de tecnología médica han ampliado sus inversiones en ensayos clínicos habilitados digitalmente y modelos de participación del cliente.
- Lugar de trabajo del futuro. Muchas partes de la atención médica requieren atención en persona, pero la pandemia ha revelado hasta qué punto la atención médica se puede brindar de forma remota, como atención virtual y monitoreo remoto de pacientes, y colaboración virtual para profesionales en las industrias farmacéutica y de tecnología médica. Este modelo admite una mayor flexibilidad y ha permitido a las organizaciones aprovechar un grupo de talentos más diverso. “Ahora puede atraer a cualquiera, en cualquier lugar”, dijo un ejecutivo en referencia a la contratación. Los líderes de la atención médica también están reevaluando las viejas normas en el lugar de trabajo e introduciendo nuevas medidas, como ofrecer asistencia para ayudar a combatir la fatiga de las videoconferencias. “COVID-19 ha arrojado luz sobre la cultura, buena o mala”, nos dijo otro entrevistado, y ha llevado a los actores de la salud a reevaluar las condiciones de trabajo y extender una mayor flexibilidad a los empleados
Adaptarse a estos cambios, junto con muchos otros, requerirá que muchas organizaciones de atención médica transformen sus operaciones y su forma de pensar. Investigaciones anteriores muestran que priorizar la innovación en salud durante las crisis puede ayudar a desbloquear el crecimiento en la recuperación, siempre que los líderes lo aborden con compromiso y establezcan capacidades y procesos clave.
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