El surgimiento de la digitalización y la automatización está cambiando rápidamente los requisitos necesarios en el lugar de trabajo, creando una demanda de una variedad de nuevos conjuntos de habilidades. Se necesitan habilidades futuras ahora, habilidades que hasta cierto punto existen hoy en día, como el trabajo ágil y la interacción digital, y habilidades que apenas están emergiendo, como el desarrollo de la tecnología blockchain.
Tal como está actualmente, el 25 por ciento de la fuerza laboral global necesitará encontrar nuevas actividades profesionales para 2020 o ampliar significativamente sus habilidades tecnológicas, así como su ciudadanía digital y habilidades clásicas, incluidas sus habilidades interdisciplinarias. Estas habilidades incluyen programación, trabajo ágil y adaptabilidad. Incluso los estudiantes de primaria deben prepararse para el cambio: para 2030, el 85 % de ellos trabajará en profesiones que aún no existen.
En el Medio Oriente, los patrones históricos de destrucción de empleo brindan algunas lecciones sobre qué habilidades se necesitarán en el futuro mercado laboral. La tecnología de digitalización y automatización podría crear nuevos puestos de trabajo, y la mayoría de ellos fuera del propio sector tecnológico. Un estudio predice que esto se acelerará entre ahora y 2030, con el 45 por ciento del trabajo existente en el Medio Oriente potencialmente automatizado. En los seis países de Medio Oriente examinados, $366,6 mil millones en ingresos salariales y 20,8 millones de empleados a tiempo completo (ETC) están asociados con actividades que ya son automatizables en la actualidad.
El documento propone métodos que Alemania puede implementar para cerrar la futura brecha de habilidades de la manera más rápida y específica posible. Si bien se han logrado algunos avances, todavía existen desafíos significativos en lo que respecta al desarrollo de las habilidades futuras necesarias: primero, hay una falta de transparencia subyacente con respecto a las opciones de capacitación de habilidades futuras; en segundo lugar, los programas educativos actuales todavía no están suficientemente enfocados en las necesidades del futuro mercado laboral; finalmente, a pesar de la existencia de algunas ofertas, todavía no existe una estructura sistémica de formación continua en habilidades futuras.
Los ejemplos de otros países como China, Estonia, Finlandia y Singapur y, de hecho, de Alemania, ofrecen inspiración para seis enfoques concretos para cerrar la brecha de habilidades que se avecina en el futuro y enfrentar los tres desafíos.
Primero, se puede desarrollar una plataforma central en línea de habilidades futuras para crear transparencia. La plataforma de EE. UU., Portfolium, establece la transparencia sobre los perfiles de habilidades de los estudiantes y graduados al permitir que los usuarios complementen sus currículos con ejemplos de habilidades para enviar a los empleadores. La plataforma ha llegado a 3,75 millones de estudiantes y 50.000 empleadores. El gobierno federal alemán podría ofrecer una plataforma en línea interactiva de habilidades futuras donde los usuarios no solo podrían medir sus habilidades futuras, sino también determinar qué habilidades futuras tienen una demanda particular y encontrar ofertas de capacitación personalizadas. Al realizar pruebas integradas utilizando el rastreador de habilidades futuras, los usuarios pueden evaluar su desarrollo en habilidades tecnológicas e interdisciplinarias, obteniendo así una mayor transparencia sobre los posibles potenciales de desarrollo de habilidades futuras.
En segundo lugar, los materiales y conceptos de habilidades tecnológicas se pueden enseñar en escuelas y universidades. Las escuelas en China ya adaptan sus lecciones a la demanda de habilidades tecnológicas en la sociedad futura. Muchos de sus institutos educativos reciben materiales didácticos para enseñar a los estudiantes de China habilidades interdisciplinarias en el área de la inteligencia artificial. Y, en los EE. UU., algunas escuelas primarias y secundarias integran ejercicios prácticos sobre habilidades tecnológicas en sus lecciones, como ejercicios sobre desarrollo web en numerosas materias, como química e incluso historia.
En tercer lugar, las escuelas y universidades también pueden introducir conceptos de enseñanza interdisciplinarios. Las escuelas finlandesas, por ejemplo, están comprometidas a dar más protagonismo no solo a las habilidades tecnológicas, sino también a la ciudadanía digital y las habilidades clásicas. Finlandia, que a menudo se considera un modelo a seguir para las medidas educativas gracias a sus notables resultados en los estudios de rendimiento escolar, quiere introducir el aprendizaje basado en proyectos en lugar de las clases clásicas de matemáticas e historia en todo el país a partir de 2020. La idea es familiarizar a los estudiantes con el trabajo colaborativo y ampliar sus habilidades para resolver problemas.
En cuarto lugar, se pueden establecer futuros centros de investigación de habilidades. El Frankfurt School Blockchain Center se fundó en 2017 para garantizar que, además del aprendizaje, se promueva la investigación sobre habilidades futuras, un requisito previo fundamental para garantizar la excelencia en la enseñanza. El Centro, establecido por la Escuela de Finanzas y Administración de Frankfurt, está diseñado como un grupo de expertos y un centro de investigación, y estudia las implicaciones de la tecnología blockchain para las empresas y la administración. El Centro también actúa como una plataforma de intercambio de conocimientos para los tomadores de decisiones de empresas emergentes y expertos en tecnología e industria.
En quinto lugar, en Alemania, e internacionalmente, todavía hay muy pocas iniciativas sistemáticas para la capacitación futura en habilidades. Los gobiernos podrían introducir una medida en virtud de la cual los contratos de trabajo establezcan qué empleados deben desarrollar sus futuras habilidades cada tres años internamente o externamente en una universidad, por ejemplo. Alternativamente, los gobiernos podrían introducir un tiempo de toma futuro, reemplazando la licencia de capacitación existente y reemplazándola con 80 días de vacaciones anuales para participar en capacitación específica en habilidades futuras.
La implementación de estas propuestas proporciona el impulso necesario para cerrar la brecha de habilidades futuras de forma permanente. Según las estimaciones iniciales, el coste anual esperado en Alemania es de alrededor de 5 000 millones de euros, de los cuales la introducción de futuras capacidades de formación continua para todos los empleados asumiría la mayor parte con 2 500 millones de euros. El beneficio económico de cerrar la brecha de habilidades futuras es enorme: varios miles de millones de euros según una estimación.
Corresponde a los líderes dar los impulsos necesarios para garantizar que los alumnos, estudiantes y empleados estén y sigan siendo aptos para el mercado laboral del futuro.
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