En la industria de distribución farmacéutica, hay un enemigo que no siempre se ve… pero que todos sufren: el cuello de botella que se genera cuando no se valida al validador. Sí, incluso cuando la operación logística funciona y el producto se entrega a tiempo, el dinero no fluye hasta que alguien, en algún lugar, apruebe la evidencia.
Y muchas veces, ese “alguien” tarda días, semanas… o simplemente nunca responde.
El problema invisible: validación descentralizada
Cuando dependes de procesos manuales, como formatos físicos, correos sueltos o fotos enviadas por WhatsApp, la validación de una entrega se convierte en una tarea confusa, lenta y expuesta al error humano.
Lo peor es que en empresas B2B, el ciclo de cobro no comienza cuando entregas, sino cuando puedes demostrar de forma irrefutable que lo hiciste. Mientras esa validación no suceda, tu factura queda en pausa. Y tu flujo de efectivo también.
¿Y si el cuello de botella no está en tu operación, sino en la del cliente?
En muchos casos, la demora no está en tu equipo, sino en el del cliente.
El área de almacén no notifica al área de compras.
Compras no le avisa a Finanzas.
Y Finanzas no paga hasta tener claridad.
El resultado: quedaste bien con la entrega, pero cobras mal.
¿Quién valida al validador?
La pregunta que muchas empresas evitan hacerse es esta:
“¿Qué tan dependiente soy de los procesos de validación del cliente para poder cobrar?”
La respuesta, en muchos casos, es: demasiado.
Si no tienes evidencia estructurada, verificable, ordenada y fácil de compartir, estás entregando el control de tu flujo de efectivo a alguien más.
El impacto en tus finanzas
Estudios de la industria muestran que los retrasos en validación generan:
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Un aumento de hasta 20% en el ciclo promedio de cobranza.
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Mayor rotación de personal administrativo, que se frustra buscando pruebas.
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Costos ocultos por retrabajo, llamadas, correos y conciliaciones interminables.
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Pérdida de credibilidad ante el cliente final (“no tienes cómo demostrar que entregaste bien”).
La solución: Validación en tiempo real, con prueba de entrega digital
Con INMEDIATUM Last Mile, puedes capturar la evidencia en el momento exacto de la entrega, con:
✅ Fotos del producto y ubicación GPS
✅ Firma digital del receptor
✅ PDF de entrega automático en segundos
✅ Trazabilidad organizada por cliente, ruta y fecha
✅ Acceso para que tu cliente la valide desde el primer momento
Ya no necesitas perseguir al validador.
La validación sucede sola. Automática. Instantánea.
Casos reales de impacto
“Antes, una entrega se tardaba 12 días en facturarse. Hoy, gracias a la prueba digital, lo hacemos en menos de 24 horas”.
— Gerente Financiero, distribuidora farmacéutica en CDMX
“Lo más valioso fue dejar de depender de Excel y mensajes de choferes. Ahora todos tenemos acceso a la misma información al instante.”
— Líder de Operaciones, empresa de dispositivos médicos
¿Por qué esto cambia todo?
Porque el control vuelve a tu cancha.
Ya no dependes del caos organizacional del cliente.
Ya no pierdes semanas “esperando que lo validen”.
Ya no postergas el cobro por una firma que nunca llega.
Ahora, con una plataforma digital simple y poderosa, conviertes cada entrega en una factura lista para cobrar.
Conclusión
El validador también necesita ayuda. Y tú necesitas resultados.
Si tu cobranza depende de procesos manuales, si pierdes tiempo buscando fotos, firmas o correos que validen una entrega, es hora de replantearlo.
La solución está a un clic de distancia.
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